Llevaba más de cincuenta años sin exponerse al público. La obra, un óleo sobre lienzo, retrata a un muchacho con un sombrero de paja que Joaquín Sorolla pintó en Jávea en 1905, una época en la que creó su mundo de niños jugando en el mar y sus orillas. Este miércoles, la pintura ha regresado a los ojos del público al exponerse en el Salon du Connaisseur de Madrid.
La historia de este cuadro comienza en el verano de 1905, en el municipio alicantino de Jávea. Durante varios días y a la misma hora, Sorolla pintó a un muchacho vestido con una camisa blanca y un sombrero de paja posando bajo un emparrado, con el mar y el cabo de San Antonio de fondo.
Aquel verano, Sorolla se encontraba en Jávea con su familia invitado por su amigo Julio Cruañes. Una época en la que el artista valenciano experimentó con la luz y realizó otros trabajos sobre el paisaje, su familia y los niños en el mar, según explica la organización de la exposición. Sorolla retrató con pasión la atmósfera del mediterráneo y el costumbrismo marinero.
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